El proyecto trata la transformación del espacio urbano de la plaza de una manera flexible, proporcionando acceso a peatones y vehículos de dos ruedas (bicicletas y motocicletas).
La ubicación se deforma distorsionando la topografía del sitio, por lo que los pliegues se proyectan creando cierto dinamismo desde el “Viale de Nicola Enrico”. Los pliegues se proyectan además, envolviendo un espacio de reunión central, que a su vez, alberga el programa del proyecto: taller de reparación de motocicletas y bicicletas, recepción y administración, lavado de motocicletas, bar y baños públicos.
Esta “deformación flexible” de la zona, permite mantener la cantidad de transporte que pasa por el Motorino Checkpoint diariamente: 1.000 motocicletas y 250 bicicletas sin alterar la atmósfera y sobre todo, sin generar volumen que pueda distorsionar el espacio urbano como resutlado.